Riesgo eléctrico riesgos laborales

Los 28 riesgos de accidentes laborales y enfermedades profesionales, clasificación (Parte II)

Josué Fernández Granados

Continuamos con nuestro artículo de clasificación de riesgos laborales. Si aún no has leído la Parte I o quieres echarle otro vistazo pulsa aquí.

10- Atrapamientos por vuelco de máquinas o vehículos

vuelco de máquinaCuando se produce el vuelco de una máquina o vehículo lo más peligroso es que deje atrapado a un trabajador, pudiéndole causar daños fatales o incluso la muerte por aplastamiento.

Ciertas máquinas vuelcan con relativa facilidad ante excesos de velocidad, baches, reventones, etc. Por ello, es crucial que llevemos a cabo una serie de medidas preventivas para evitar su vuelco, y en caso de que vuelque debemos estar protegidos para que no se produzca el atrapamiento.

Los trabajadores que utilicen máquinas deben tener la formación reglamentaria adecuada, tanto en el uso de la máquina como en las medidas de seguridad necesarias. Las máquinas deben estar homologadas y en perfecto estado de mantenimiento, y tienen que disponer de los elementos de seguridad necesarios (resguardos, frenos, luces y sonidos de advertencia…), debiendo ser revisadas antes de su uso. Se debe limitar la velocidad de las máquinas móviles, señalizar las zonas por las que se mueven y los riesgos, así como perimetrar zanjas, baches, etc. La iluminación debe permitir una visibilidad adecuada. Se deben respetar los usos para los cuales se ha fabricado una máquina, tener en cuenta las condiciones climatológicas, no exceder las cargas para las que están preparadas las máquinas o vehículos, y repartir éstas uniformemente. En las máquinas que lo precisen, el uso del cinturón de seguridad puede ser crucial a la hora de salvar una vida en caso de vuelco.

11- Sobreesfuerzos / Fatiga física o mental/ fatiga crónica

Los sobresfuerzos y la fatiga física o mental pueden ser causa de accidentes laborales o enfermedades profesionales, en algunos casos graves o incluso mortales.

Se deben limitar las horas de trabajo, propocionar tiempos y lugares de descanso adecuados, planificar y organizar el trabajo de forma que se pueda realizar dentro de la jornada laboral sin demasiadas prisas.

¿Conoces la técnica del pomodoro time? Descúbrela aquí, así como algunos consejos para reducir el estrés en el trabajo. 

12- Exposición a temperaturas ambientales extremas / estrés térmico

Tanto el frío extremo como el calor son perjudiciales para la salud, pudiendo causar graves accidentes. Es por ello que hay que emplear siempre la ropa de trabajo adecuada, realizar los descansos necesarios, permanecer siempre bien hidratado y ante cualquier síntoma de malestar parar inmediatamente los trabajos y buscar un lugar de descanso donde no estemos expuesto a las temperaturas extremas. Al planificar trabajos en el exterior debemos tener en cuenta las condiciones climatológicas, si es necesario se suspenderán o aplazarán los trabajos cuando éstas pueden ser perjudiciales para la seguridad y salud de los trabajadores.

Aquí un artículo sobre medidas preventivas ante el calor extremo en el trabajo. 

Artículo sobre el estrés por frío

13- Contactos térmicos

Cuando hablamos de contactos térmicos nos referimos al riesgo de entrar directamente en contacto con elementos que se encuentran a una elevada temperatura o a temperaturas muy bajas, pudiendo sufrir daños como quemaduras. Tanto los elementos calientes como los fríos pueden producir quemaduras en la piel.

Es fundamental evitar siempre que sea posible realizar trabajos con riesgos de contactos térmicos dañinos. En ocasiones, es imposible evitar el riesgo (trabajos de cocina, laboratorios, etc). En estos casos hay que formar a los trabajadores, utilizar técnicas o métodos menos peligrosos siempre que sea posible, poner barreras entre el trabajador y la fuente de frío/calor cuando se pueda. Si se han tomado todas estas medidas y no se ha conseguido eliminar el riesgo se deben proporcionar los equipos de protección personal necesarios.

14- Contactos eléctricos directos

 Un contacto eléctrico directo se produce cuando una persona entra en contacto directamente con una parte activa de una instalación eléctrica. Los diferentes riesgos y medidas preventivas necesarias para evitar los riesgos eléctricos son muy diversos. Es un tema bastante amplio que hay que conocer muy bien, ya que está en riesgo la salud y en muchos casos la vida de los trabajadores. Es por ello, que más adelante dedicaremos un artículo completo a los contactos eléctricos tanto directos como indirectos. Hablaremos también de las reglas de oro de la seguridad en electricidad.

Algunas medidas pueden ser: no permitir la manipulación de instalaciones eléctricas por parte de personal no competente, asegurarse siempre que trabajamos en instalaciones eléctricas de la ausencia de tensión, señalizar los trabajos y los riesgos, formar a los trabajadores sobre los riesgos y medidas preventivas necesarias, utilizar los equipos de protección personal adecuados, tales como: guantes aislantes, botas aislantes, pantalla facial, etc.

15- Contactos eléctricos indirectos

Es el contacto de personas con partes que se han puesto bajo tensión como resultado de un fallo de aislamiento. Es el típico caso de sufrir un calambrazo al tocar la carcasa de la lavadora o el lavavajillas.

Es importante que los aparatos eléctricos de los lugares de trabajo permanezcan en un buen estado de mantenimiento. Para ello deben ser revisados periódicamente por personal competente.

Deben existir las protecciones adecuadas y comprobar periódicamente que funcionan correctamente. Existen diversos sistemas de protección aplicables a instalaciones y receptores que se basan en alguno de los siguientes principios:

– Impedir la aparición de defectos mediante aislamientos complementarios.

– Hacer que el contacto resulte inocuo, usando tensiones no peligrosas o limitando la intensidad de fuga.

– Limitando la duración del defecto mediante dispositivos de corte.

Ampliaremos este tema en próximos posts.

16- Exposición a sustancias nocivas o tóxicas

Ciertos productos que se utilizan en el centro de trabajo pueden contener sustancias tóxicas o nocivas para la salud de los trabajadores. Algunos ejemplos de estos productos pueden ser: productos de limpieza, pinturas, disolventes, barnices, adhesivos, carburantes, productos de laboratorio, humos procedentes de trabajos de soldadura, etc. Incluso algunas de estas sustancias pueden encontrarse en los elementos constructivos del lugar de trabajo, como se puede ver en el caso del amianto. Son miles las sustancias nocivas o tóxicas que puede haber en el lugar de trabajo y muchas las situaciones que pueden producirlos. Estas sustancias pueden dañar a los trabajadores cuando entran en contacto con ellos, ya sea por inhalación, absorción o ingestión.

Ciertas situaciones de emergencia, como los incendios pueden provocar la liberación de sustancias tóxicas que en una situación normal en el lugar de trabajo no están presentes.

Es por ello que se hace necesario un correcto almacenamiento de los productos nocivos y tóxicos. Otras medidas preventivas pueden ser:

    • Sustituir los productos con sustancias tóxicas o nocivas por otros que no las contengan o que lo hagan en menos proporción.
    • Es obligatorio que los productos vayan y se mantengan correctamente etiquetados con la información necesaria. Se debe disponer de la ficha de datos de seguridad de todos los productos empleados, cumpliendo las indicaciones que en ellas aparezcan (equipos de protección  personal, manipulación, almacenaje, emergencias, etc.). R.D. 363/95,
    • Señalizar y proteger las zonas de almacenamiento de sustancias nocivas o tóxicas,
    • Informar y formar al personal sobre los riesgos y medidas preventivas de estas sustancias,
    • Planificar los trabajos de forma adecuada, evitando al máximo los posibles contactos e informando a todo aquel que pueda verse afectado por el riesgo,
    • No comer en el lugar de trabajo, sólo en las zonas habilitadas para ello y después de una correcta higiene,
    • Disponer de sistemas de ventilación y extracción localizada cuando sea necesario,
    • Realizar un plan de emergencias teniendo en cuenta los riesgos de estas sustancias,
    • Instalar lavabos y duchas en los lugares que sea necesario para que los trabajadores puedan utilizar en caso de contacto. Señalizar estos lugares,
    • Utilizar los equipos de protección personal necesarios y adecuados,
  • Mantener en buen estado los equipos de protección personal.

17- Contactos con sustancias cáusticas o corrosivas

Algunas sustancias presentes en los lugares de trabajo pueden producir daños o destruir tejidos en contacto con las personas. Pueden verse dañados especialmente los ojos, la piel y el tejido debajo de la piel, los pulmones…

Algunos ejemplos de sustancias cáusticas o corrosivas son: los ácidos fuertes (ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, ácido nítrico…), bases fuertes (hidróxido de sodio o de potasio, hidróxido de amonio – sosa cáustica), oxidantes fuertes (en altas concentraciones).

Estos componentes están muchas veces presentes en: productos de limpieza tanto doméstica como industrial  (lejías, amoniacos, detergentes, etc.), productos para pulir muebles, desinfectantes, productos antiherrumbre, sustancias fumigantes, agentes embalsamantes, antisépticos, conservantes…

Por lo tanto, los trabajadores más expuestos a este tipo de riesgos son: trabajadores de laboratorio, trabajadores de limpieza, desinfección, fumigación, etc.

Para prevenir accidentes debe disponerse siempre de la ficha de seguridad de los productos cáusticos o corrosivos, permaneciendo éstos siempre correctamente almacenados o etiquetados. Es imprescindible seguir las medidas de prevención indicadas en la ficha de seguridad del producto.

En los lugares de trabajo se procurará en la medida de lo posible sustituir los productos cáusticos o corrosivos por otros que no lo sean o lo sean en menor medida.

Los trabajadores que manipulen este tipo de productos deben estar informados y formados sobre los riesgos y medidas preventivas para su utilización. Además deberán disponer de los equipos de protección personal necesarios tales como guantes, delantales protectores, trajes resistentes al ácido, gafas protectoras, máscara facial, botas de seguridad, etc.

18- Exposición a radiaciones

Distinguimos dos tipos de radiaciones: ionizantes  y no ionizantes

Radiaciones ionizantes 

Son las más peligrosas, tienen energía suficiente como para arrancar electrones de los átomos con los que interaccionan, es decir, para producir ionizaciones (rayos X, rayos gamma, partículas alfa, beta…)

Estas radiaciones pueden provenir de fuentes como aparatos utilizados en radiología o radioterapia, reactores nucleares o aceleradores de partículas. También existen radiaciones ionizantes producidas por fuentes naturales.

Algunas profesiones en las que habría que evaluar este riesgos podrían ser: astronautas (expuestos a radiación cósmica natural), personal médico o de rayos X, los trabajadores de instalaciones nucleares, etc.

La exposición a altas dosis de radiación ionizante puede causar quemaduras de la piel, caída del cabello, náuseas, enfermedades o incluso la muerte. Los efectos dependen de la cantidad de radiación ionizante recibida y de la duración de la irradiación, así como de otros factores personales.

Radiaciones no ionizantes 

Onda o partícula que no es capaz de arrancar electrones de la materia que ilumina produciendo, como mucho, excitaciones electrónicas.

Algunas radiaciones no ionizantes pueden provenir de rayos infrarrojos o ultravioleta, campos de radiofrecuencia y microondas, campos electromagnéticos,  cuyo principal riesgo es de daño ocular.

19- Explosiones

20- Incendios

21- Accidentes causados por seres vivos

22- Atropellos o golpes con vehículos

23- Exposición a contaminantes químicos o biológicos

25- Ruido

26- Vibraciones

27- Iluminación

28 – Insatisfacción laboral

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